Estoy en Brasil. Larga vida a los brazucas gay que tan gentilmente me abrieron las puertas del paraiso (a cambio de algunos cientos de dolares). Oh, que lindo que es dormir que el suave rugir de de las olas rompiendo en la playa a tan pocos metros de mi, oh, que lindos y estilizados cuerpos tantas brasileras ostentan, oda a la felicidad del ser humano gentil que graciosamete dibuja una limpia y hermosa sonrisa cada vez que ve esos pechos y colas. Que lindo que es dormir en una cama caliente sabiendo que fuera de ese halo protector se haya el no tan gran frio del centro de brasil. Y que lindo que es usar el atajo Win+R para ejecutar el internet explorer sin pagar. Chau
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